Luego de algunos años, León Larregui derrumba el imperio del silencio con su regreso como solista y ahora publicando su tercer álbum, “Prismarama”.
Si existe una figura esencial para definir el sonido del rock mexicano en el siglo XXI, esa sería la de León Larregui; músico, compositor y cantante que, a fuerza de talento, convirtió su carrera solista en punto de referencia para las nuevas generaciones.
Primero tuvimos la publicación de dos sencillos en conjunto previo a su festivaliza en Marzo-Abril. Y ahora este 12 de mayo será recordado como la fecha oficial de “Prismarama“.
En sintonía con estos valores, “Su Majestad La Eternidad” cuenta con uno de los mejores videoclips que se hayan editado gracias a una animación que mezcla ilustración, video y fotografía, además de colores tipo acuarela: un destello imaginativo dirigido por León, quien muestra así su capacidad de crear un universo único en el medio.
Por su parte, “Amantes” es una composición más tradicional, una balada pop que cuenta con la participación de Julia Johansen (instrumentista y vocalista proveniente de Finlandia) en los coros, así como en el segundo verso, donde hila su interpretación con la de Larregui para conformar un dueto de ensueño.
“Amantes” también cuenta con una pieza visual donde desfila un collage de postales conformadas por una carretera, la ciudad de noche, el rostro de Julia y varias ilustraciones inscritas en el arte concreto: se trata de un crisol onírico que nos lleva de la mano por el mood de la canción.
“Fue un reto completamente nuevo”, señala el artista, “que no hubiera sido posible sin la ayuda de mi pareja. Marga me ha acompañado en el proceso de varios discos y siempre me decía que notaba cómo cambiaba mi sonido cuando pasaban por las manos de alguien más, así que me sugirió que esta vez me encargara de todo”.
Hay historias de amor y de desengaño. El disco tiene muchos aspectos, por eso lo llamé ‘Prismarama’: “es un concepto donde yo me asumo justo como un prisma y las emociones son los colores que se desprenden de mí, pero terminan reflejando lo que hay dentro”, puntualiza Larregui.