El 15 de abril del 85, la industria del Thrash Metal cambiaría por un debut que nadie se esperaba, un grupo estadounidense que hoy conocemos como Overkill.
Sí, solo pongámonos en contexto, ya se tenía formado al Big Four de los gringos, que en su momento parecían inalcanzables, teniendo la disputa entre Anthrax y Megadeth para ver quienes ocupaban los últimos lugares, los fans empezaban a cuestionar esta decisión.
Un disco que marcó con el nombre de “Feel the Fire“, el álbum debut de Overkill.

A PRODUCIR:
Con el primer single “Hammerhead”, los amantes del metal encontraron una alternativa potencial de la energía que les recordaba en sus inicios Metallica o Slayer.
En sus inicios teníamos a Bobby Blitz en la voz, Bobby Gustafson en la guitarra, D.D. Verni en el bajo y Bob Flack en la batería; un grupo de amigos sin presupuesto y sin una disquera, batallaban para encontrar el presupuesto para grabar el disco cuyos temas se tenían ejecutados desde hace algunos años.
Fue así que por fin encontraron una oportunidad con Megaforce Records, donde se fue a mitad los gastos pero con temas ya laborados, tuvimos por fin las herramientas para grabar la introducción que cambiaría al mundo:
La velocidad y agresividad desde la batería y el riff marcan en “Raise the Dead”, y vaya que en vivo era más que el sonido, la gente se desesperaba por armar un slam y sacar la energía al ritmo de la melodía.
Por ejemplo, en el tema homónimo, se pensé para que exactamente tuviéramos otro empuje a mitad del disco y que no se sintiera como esos típicos, o hasta el principio o hasta el final están los buenos.
De hecho, el productor Carl Canedy fue quien sugirió el orden de los temas, y originalmente sólo eran 9, el disco terminaría hasta “Overkill”, pero se incluyó el tema “Sonic Reducer” como un track misterioso, pero se quedó ya en futuras ediciones dentro para darle ese cierre perfecto que se buscaba.
LA COMPETENCIA:
¿Por qué la gente volteó a escuchar a Overkill?

Pues así como en los 90’s teníamos el auge del Grunch, a mitad de los 80’s, el thrash estaba en su máximo esplendor, si bien ya eran conocidas las bandas del Big Four, dos de ellas seguían sacando discos comerciales como lo fueron el “Killing is my business… and business Is God” de Megadeht o “Spreading the Disease” con Anthrax; también estaban otras bandas duras en la competencia.
Como el “Bonded by Blood” de Exodus, y esto por el sub género, el heavy metal y power también tuvieron joyitas y pues es metal, todo era válido.
Si bien, Overkill te impulsaba a través de riffs y coros en “Rotten to the Core”, era muy dinámico de escuchar, y ver en vivo, eran versátiles, la historia quedaba en segundo plano, si la melodía no lograba impactarte en el momento, abandonabas el álbum, cosa que si logró la banda de los Bob´s.
Para finales del 85 y gran parte del 86, se hizo un extenso tour, “Feel the Fire Tour”, siendo teloneros de bandas como Megadeth en el Peace Sell US Tour en Estados Unidos, y en la invitación por gira europea con Anthrax y Agent Steel.
Como ven, reconocimiento de los grandes siempre hubo, en ese entonces, Megadeth como Antrhax reconocían el esfuerzo y el ser catalogado por la prensa que los ponían a pelear entre fans, y decidieron abrazar a la banda en lugar de verlos como rivales.
