Esta última edición del Hell & Heaven fue decisiva, varios que dudaban dieron un voto de fe, muchos nuevos disfrutaron un legado de años que muchos atormentaban pero al fin tuvimos una edición sin cancelaciones.
Tres días de puro rock, punk, ska y sub géneros del metal. El cartel pintaba increíble pero muchos ya conocían la mala trayectoria que tenía este festival, así que no se arriesgaban tan fácil.
¿Cómo dudar de un festival de un festival que traería el regreso de Pantera, la despedida de KISS o el festejo del 50 aniversario de Judas Priest? Pues es el mismo festival que hace años tuvo problemas en el mismo estado (EDO MEX), cuyo gobierno municipal (Texcoco), no dejó que se hiciera en 2014.
De ahí les siguieron problemas como el famoso Lodo Fest del 18, las cancelaciones y quema de batería del 19 en Knotfest (ojo aquí). Y por obvias razones no hablaré de la edición del 2020 porque fue un desastre mundial y claro que el H&H y Vive Latino sufrieron bajas.
Así que era justificado las dudas y el temor. Pero como siempre, les damos oportunidad a todos los festivales ya que no siempre repiten problemas y la idea es mejorar. Pero tenemos mucho de que hablar.
LO BUENO:
Prácticamente lo que salvó este festival y lo que hizo que más de 170 mil personas se reunieran por tres días en muchas decadencias de la logística, fue el increíble cartel.
Hace años que esta organización ha tenido problemas con las bandas ya sea indirectamente o directa; en esta ocasión se tuvo un aporte demasiado grande con tener su cartel al 100%, ver a Slipknot en el festival donde manchó la franquicia del Knotfest hace años de manera brutal haciendo que la franquicia no volviera a poner a México en la mira, fue surreal.
Nos divertimos, empujamos, cantamos rolas como “Psychosocial”. Cosa que sólo creíamos que veríamos en Machaca. Todo salió bien, hubo fallas y problemas pero todas las bandas se presentaron el día que les correspondían.
Y teniendo granitos de frijol en el arroz como Venom, que por sus bolas decidieron salir 35 minutos tarde. Ese tipo de casos fueron aislados pero ocurrieron, también hubo otros que si afectaron a las bandas pero dejemos más tarde el tema.
Lamentablemente el line-up fue el sustento de todo el festival, el platillo fuerte y el verdadero espíritu de todo. ¿Crees que soy pesimista o tiro hate? Acá te justifico porque.
Otro punto que fue en verdad bueno pero falta pulir, es el de Hellbus, de sus distintos puntos de la ciudad y centro de Toluca, por $60 o $135 la armábamos por ir o regresar, pero tres días seguidos si salía ya caro.
Sólo que hubo problemas con el registro en línea, muchos usuarios compartieron que hacían pago pero no les salían los comprobantes, además de que en algunas rutas tardaban en salir como en Toreo o Acatitla. Signa así Flecha Roja.
¿TE PARECE QUE SOMOS RICOS?
De por sí, los abonos y costos por fases eran caros, se justificaban con tremendo cartel pero en sí, los precios ya estaban elevados pero va. Aunque ¿Eso te da derecho para ser carero?
¿No me creen? Unas papa de marca genéricas con un costo de $120, papas sin marca comercial a ese precio es súper caro, el Vive ofrece Doritos en costo de $80-90.
Y dirás, x son papas, pero si ya has ido a otros festivales, cotizaras la bebida indispensable es la cerveza. Una chela te anda costando entre $120-150 dependiendo el festival, pero sí, incluso la chela de 150 ya es algo elevada.
Ahora deja decirte que el vaso de menos del litro estaba en $160, y bueno, es marca Modelo, estábamos tan lejos pero de seguro nos regalarían el vaso edición especial, pues no, si querías el vaso conmemorativo, tenía un costo de $60. Vaso que si tiene precio, de seguro te lo venden aparte o con cualquier bebida.
Al menos en mi caso no fue así, ni lo vendían por separado ni te dejaban comprarlo con otra bebida que no fuera alcohol, y sí, un Wisky valía más entonces ¿En cuanto estaba todo? 220 pejecoins.
Una chela así es demasiado cara, ni en el bar más gótico te vale tanto, ahora ¿Cómo comprar ya productos dentro? En esta edición se quiso aplicar el sistema Cashless, similar al de OCESA en festivales como Vive o Corona, pro aquí todo era más caro.
No te daban una pulsera nueva, era la que te asignaban una vez entrando al festival, la que señalaba tu sección. Pero esa activación tenía un costo de $25. Dirás, veinticinco varos no es nada, pero entonces sumando, 25 más 220 dan 245 ¿y si pides otra chela, casi 500 varos, eso con vaso, entonces quítaselo y serían $185. Dime que una chela así, no es cara.
Y la comida ni se diga, pero entiendo que sean costos de producción y que se tengan que pagar cuotas al festival pero enserio, la mayoría de puestos excesivamente elevados, por eso había cola infinita en los Pastes Kikos.
Además de que la gente VIP si quería una mesa y sillas en su sección que ya habían pagado, tenían que consumir mínimo una cubeta para tener este “privilegio”.
Y otro tema que involucra dinero pero es más de corrupción, lo tocaré en este siguiente sub título.
PÉSIMA ORGANIZACIÓN Y LOGÍSTICA:
Voy directo al tema que mencione, el viernes y sábado ¿No notaste que todo estaba tranquilo? Si es porque el domingo había mucha gente abarrotando la sección VIP y Preferente, es porque se sobre vendieron estas secciones.
¿Por qué lo digo? Fácil, se promocionó el Upgrada, un acceso que hacía un cambio de tu zona general al Preferente por tan solo $1,000. Según era solo esta sección, pero tras la demanda y al no tener más accesos, se ofertaron la sección VIP.
Eso trajo muchas consecuencias, los escenarios principales sin espacio y sillas ocupadas para que la gente se parara porque no dejaban ver, o tan solo a la hora de Panteón Rococo, que de por sí la sección general estaba atascada (orgullosamente por ska mexicnao), pero en la VIP ni dejaban pasar ya a la gente, gente desesperada por entrar que la única solución que encontraron los guardias fue la de cerrar la valla y no dar acceso ¿Cómo lo sé? Porque nosotros entramos de ese lado para tomar fotos, por eso no tenemos en esta ocasión.
Esto es un claro ejemplo de corrupción y mala organización. Esto afectaba al público, ahora hablemos en que afecto a las bandas.
Lamentablemente hubo de todo para las bandas, des tiempos, mal audio y se notaron en grupos como While She Sleeps donde el vocalista improvisó mejor y se ganó al público directamente. O el pésimo audio que tuvieron Arch Enemy y el público hasta enfrente gritando “Súbanle, Súbanle”.
Uno de los más grandes insultos que hizo este festival hacia el metal mexicano, fue dejar su escenario para propuestas emergentes, el New Blood Stage hasta la entrada, prácticamente o escuchabas a la hora que entrabas y si no te aburrías te ibas, o si salías temprano.
¿Cómo usas la bandera de apoyar al metal mexicano así? Y sí, que chido que el festival dedique un escenario completo al talento nacional, pero no manches, hubieras puesto ese escenario dentro de la zona más transitada y dejar el otro o el Modelo en esa parte, la gente por Bad Religion o Panteón si hubieran ido.
Además de que las súper dejaron fuera al abrir el primer día después de las 2, tanto logró ser el enfado que Salvador (de los Eones o Castañeda, se pronunció por este acto de logística. En su post de Facebook contesto comentarios peor en historias de Instagram fue donde se quejó.
Y un problema para sumar, que en verdad, en verdad debe ser tratado ya, es la empresa que contrataron como seguridad ¿Alguien sabe como se llamaba? No, sólo tenían un dibujo de un oso y ni siquiera en redes están como tal.
Enserio, no ayudaban al resguardo, los vimos agarrando injustificadamente a varios usuarios, incluso dentro del festival había una tienda de weed y agarraban a un chavo por eso, por comprar productos que vendían dentro.
Otro caso fue el de los escenarios principales, donde ni servían para cuidar adentro del pit ni el público, ví una pelea donde el mismo público estaba pidiendo ayuda y los negligentes de seguridad sólo veían la situación, sin meter mano.
Sí, a la hora de sacar chavas desmayadas hacían su trabajo pero para otras cosas en verdad que no ¿Y cómo culparlos? La mayoría se ve que ni capacitación les dieron, habían morritas para vigilar si alguien se pasaba enfrente o los mismos de seguridad ocupados en grabar el concierto con sus celulares cuando nadie puede hacerlo.
Y queja personal, uno de sus “jefes” encargados de los principales me agredió físicamente, dañando mi codo y mi equipo fotográfico. Nadie en otros festivales haría eso, mi trabajo es trabajo, ni en Vive Latino ni Pal Norte ni el México Metal Fest sufrí de acoso y agresión, sólo aquí.
Y claro que si hay cosas malas, hay pocas buenas y lo reconozco, los encargados en el escenario modelo mis respetos, ahí sí tomaron en cuenta su trabajo, porque todos estoicos, aquí si encontré un jefe de seguridad que iba a su trabajo, y si cuidaron a la gente.
EN CONCLUSIÓN:
Reitero lo que dije casi al principio, el cartel fue el sustento y la base de este festival, es un gran logro que nadie haya cancelado, enserio los shows valieron la pena, y tendré un conteo a parte para destacar eso.
Pero las cosas como son, el maldito capitalismo ganó y se aprovechó de la gente que iba animada y esperanzada de vivir un gran fin de semana.
La zona camping era una miseria, neta pocos se arriesgaron con el clima y la falta de recursos como baños decentes o enchufes; además de que los precios dentro eran una mentada de madre, una falta de respeto.
La venta Upgrada exactamente para ver a KISS fue mero negocio, pocos fueron también los que lograron comprar su preventa directa a la edición del 2023.
Fuera de que no había seguridad capacitada, los precios ultra elevados, mala organización y pésima distribución de escenarios, la música lo salvó todo.
Si bien evitaron cometer los errores del México Metal Fest, el simple hecho de que en esta ocasión nadie cancelara, la convierten en la mejor edición de años, la última decente fue en 2016 cuando se hizo de la mano de OCESA en el Foro Sol.
Si ya siguen la página, el MMF también lo considero un festival mal hecho (sólo este año), pero creo que si digo que este festival estuvo mal hecho y que no fue el mejor, ustedes dirán que no, que estoy mal.
Sólo soy objetivo, yo sí me metí a los 5 escenarios, les preguntaba a las personas que tan bien vivieron la experiencia, créanme que el primero que siempre da oportunidades soy yo, así como se las di en 2020.
Merecemos un festival del género decente, y si piensan que comparé mucho con el Vive o MMF, es porque eso es lo que intentan hacer, no competir con Hellfest, sino no hubieran copiado el cashless o el mostrar parte del cartel al finalizar el festival.
Contra muchos pronósticos, el festival emergió, vivimos lo que muchos queríamos, vimos grandes bandas, pasamos fríos, escases y corajes pero al final la esperanza renació en nosotros.
¿Qué te pareció a ti esta edición? ¿Cuáles fueron tus actos favoritos? Comparte tu experiencia y tus fotos o vídeos para saber cómo lo viviste.