La banda de punk actual más prendida de esta temporada, State Champs trae un nuevo disco y a pesar de no ser el primero, es el homónimo, los veremos en junio en una visita exprés por Monterrey.
Texto: Alejandro Ávila
Fue en 2010 cuando la banda State Champs irrumpió en la industria musical; formados en Albany, Nueva York con una propuesta de punk rock y popo en la que las guitarras eléctricas predominan en cada uno de los tracks, teniendo cuerdas feroces que contrastan de buena forma con la batería demoledora que, en conjunto otorgan un sonido pegajoso y adictivo.
Fue el pasado 8 de noviembre de 2024 que la banda de Albany público su más reciente álbum, un homónimo cargado de 12 cortes que muestran esa contundencia que el grupo ha mostrado en los últimos años.
Adentrándose en temas como como la juventud y despreocupación, en este compendió de canciones la banda intenta explorar temas de una manera más introspectiva que en ocasiones pasadas. Al ser un su homónimo la banda intento buscar que el sonido del mismo encapsulara la esencia de la banda y de toda su trayectoria musical. Es por ello que en este álbum la banda abraza y explora todas las facetas que han tenido, lo cual, pudiera para algunos parecer un poco predecible pues en estas canciones el grupo no se despega de ese punk rock que les ha ayudado a tener una amplia audiencia.
El álbum fue producido por Anton Delost, quien ya es un productor que tiene conocimiento dentro de esta escena por lo que, el trabajo que hace en este álbum es notable al dar guitarras vibrantes llenas de euforia y un dinamismo adictivo.
Con 12 pistas llenas de guitarras vibrantes, estribillos pegajosos y una actitud irreverente, el álbum se siente como un regreso a las raíces de la banda, pero con una producción más pulida a cargo de Anton Delost. Canciones como “Clueless” y “Save Face Story” destacan por su energía contagiosa, mientras que “Light Blue” ofrece una faceta más introspectiva y melancólica. La influencia de bandas clásicas del pop punk como Blink-182 y All Time Low sigue presente, pero con una identidad más consolidada esto debido a que, en más de 10 años la banda ha podido crear una esencia que los distinga y de esta manera hacer un estilo propio dentro de la corriente de pop punk.

En este álbum, lo que se debe de decir al respecto es que la banda State Champs mantiene su capacidad para hablar de experiencias personales con un lenguaje accesible y directo. En este álbum, abordan temas como la incertidumbre en las relaciones, la frustración ante la monotonía y la necesidad de encontrar un propósito en medio del caos.
Lo que si hay que decir, es que pues este trabajo no logra ser algo innovador o único dentro del género, pero la verdad es que se nota que la banda jamás pretendió eso pues, el sonido que entrega es el ya caracteristico el que los ha consolidado durante estos años y quizás ahí esta la clave pues, al final es un trabajo que de principio a fin se siente a State Champ en cada canción.
En definitiva, el álbum homónimo de State Champ es una apuesta segura para quienes buscan un sonido clásico de pop punk con una ejecución impecable. No revoluciona el género, pero sí lo mantiene vivo con la misma intensidad y pasión que ha definido a la banda durante más de una década.