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    A 40 AÑOS DEL LLAMADO DE LA BESTIA: EL 666 DE IRON MAIDEN

    En un momento de transición para Iron Maiden, la integración de un nuevo vocalista representó más que una nueva alineación ¿Bruce era el mismo demonio que haría que el grupo británico tuviera éxito?

    Hoy hablaremos del “The Number of the Beast”, tercer álbum de la banda Iron Maiden; publicado el 22 de marzo del 82, las tiendas de discos escondían al fondo de sus estantes la portada más satánica de esos tiempos pero el público agotaba el primer tiraje.

    Gracias y Adiós Paul

    Como sabemos, para el año 81, la alineación original estaba conformada por Steve Harris, D. Stratton, C. Burr y en la voz, Paul Di´Anno. Con un gran éxito desde los inicios de la banda, para sus primeros dos años ya tenían gran impacto en el mundo, girando por Norte América y hasta en Japón, cuyo primer intento de álbum en vivo se dio en ese tour.

    La problemática la tenía Paul desde un principio, declarando incluso que esto se había salido de control y que la banda ya no era la misma (como buen metalero tóxico):

    “Iron Maiden es una máquina de dinero, y eso me importa una mierda”

    Básicamente era un ambienta laboral malo, de su parte, entre discusiones con Steve, se tomó la decisión de la salida como vocalista.

    Discusiones tan absurdas como “la lona de este show debe tener más sangre”, hasta discusiones en el orden del setlist, eran ya cotidianas y con unos meses de la salida de Paul, Steve tras el paso del tiempo rectificó que lo mejor para ambas partes fue la separación.

    “…la voz de Di’Anno era muy buena, pero de no haberlo expulsado quizás la Doncella de Hierro se habría desmoronado en cuestión de tiempo.”

    Así Paul anunciaba su salida oficialmente el 26 de octubre de 1981 a través de un comunicado de su disquera. El puesto está vacío ¿Y ahora quién podrá llenarlo?

    Welcome to the Hell, Bruce

    La historia de Bruce Dickinson con la dama de hierro fue algo ególatra, mientras que por el mismo tiempo de haberse creado el grupo Samson, ambas agrupaciones tenían el mismo tiempo pero diferentes recorridos; el grupo de Bruce fue el telonero de Maiden.

    Para ser específicos, en la tocada de Muisc Machine del 81 en Inglaterra, pareciera que las ambiciones de Bruce estaban predestinadas:

    “Los vi en vivo ese día y me di cuenta que eran buenos, realmente buenos. Recuerdo que en ese momento pensé que quería ser su vocalista”.

    Para este tiempo, Bruce tenía 23 y aspiraciones de crecer, cosa que se reflejó bastante. El manager de entonces, Rod Smallwood, tomó un boleto para el festival Reading sólo par air a ofrecerle un espacio para audición a Bruce pero con un tono de rockstar le respondió:

    “Mira, no des más rodeos. No estaría aquí sentado hablando contigo si no estuvieses seguro de que quieres ofrecerme el puesto.

    Primero que todo, si hago la audición, voy a quedarme con el puesto. Entonces tienen que decidir si me quieren o no a bordo porque no quiero estar a menos de que pueda ser un dolor de cabeza y tener ciertas opiniones”.

    La poderosa e icónica audición quedaría grabada por Rod con la interpretación de “Remember Tomorrow” ¿Te imaginas haber estado en ese momento? Después de tremendo potencial, solo les quedó salir a celebrar a un bar de una calle más adelante.

    UNA PRODUCIÓN DEL DEMONIO

    El título del álbum son las pesadillas que atormentaban a Steve noche tras noche, después de haber visto “Damien:Omen II” (cinta de 1978 dirigida por Don Taylor y Mike Hodges), dicha película habla de cómo Damien, un niño sobre natural satánico, asesina a todo aquel que sospeche de sus malévolos planes; de igual manera, la letra agarra muchas referencias e inspiraciones del poema “Tam O´Shanter” de Robert Burns, escrita en 1791.

    Este es algo largo y con palabras de época, pero en resumen, narra una noche de un granjero borracho quién en una ocasión, pasa por la iglesia abandonada y ve una fiesta pagana, brujas y brujos bailando mientras el diablo toca su gaita.

    Otro elemento esencial para el disco, es al portada, creada por Derek Riggs (Artista británico quién creó Eddie the Head y ha realizada cada arte de la banda, también trabajado con Gamma Ray); tenía originalmente este arte para “Purgatory”, en el anterior álbum, pero Rod le vio potencial y lo guardó sabiendo que sería una portada emblema.

    La portada se describe fácil, un Eddie que controla por arriba al mismísimo demonio mientras él cree que controla al verdadero Eddie, desatando las preguntas ¿Quién es el verdadero Diablo? ¿Quién controla a quién? Pero del lado más geek, Riggs ha mencionado que toma inspiración de su súper héroe favorito, el hoy conocido como Dr. Strange.

    Como dato curioso, el primer tiraje que se lanzó al mercado, sufrió un error de imprenta, por eso es que los discos más antiguos tienen un cielo azul, cuando el color era negro, esto se cambió en la reedición del 98.

    Ya con una alineación ahora integrada por Bruce y Adrian Smith, la banda tomó cinco semanas en los estudios Battery en Londres, teniendo como ingeniero de audio a Martin Brich, quién fue clave para todas las locuras y horas extendidas de esta producción; incluso dando testimonios en entrevistas del nuevo siglo para comprender más el proceso de esta joya y como la banda se catapultó como emblema del heavy metal.

    “Cuando Bruce se unió, abrió tremendamente las posibilidades para el nuevo álbum. Simplemente yo no creía que Paul fuese capaz de manejar la voz en algunas de las direcciones complicadas que Steve quería explorar.”

    ¿TODO HACE REFERENCIA AL DIABLO?

    Por el arte y algunas letras, muchos cristianos se fueron con la pinta de que el grupo era meramente satánico y que si lo escuchabas era como vender tu alma al diablo, pero la lírica es muy extensa y rica en historia y referencias de la cultura del arte.

    Invaders” es a continuación del single “Invasion”, este era la cara b del “Women in Uniform” en 1980, y a pesar de que el mismo Steve Harris haya dicho que fue bueno como abridor del álbum, no lo considera bueno para tocar en vivo:

    “Creo que es porque fue una canción de ritmo rápido y sentimos que abrió bien el álbum, es algo así como en tu cara, realmente … Pero supongo que no es tan fuerte como algunos de los otros”.

    En la introducción del hit “The Number of the Beast”, son más que versículos bíblicos. Y estos están en el Apocalipsis.

    1. 12:12

    ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

    1. 13: 18

    El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

    El último track y que cierra el inframundo, no es más que el sufrimiento de un plagio, admitido por el mismo Steve Harris.

    Halloweed Be Thy Name”, este tiene estrofas del tema “Life´s Shadow” del grupo Beckett (1973), con una demanda puesta tuvieron que sacar este tema del setlist en la gira “; no fue hasta el 2018 con acuerdos extrajudiciales que el grupo pudo hacer suyo el tema en los escenarios.

    “El domingo en que estábamos trabajando en la canción ‘The Number of the Beast’, tuvo una noche lluviosa y estrellé esta van. Miré hacia atrás y había una docena de monjas, y luego un hombre comenzó a rezar por mí. Un par de días después, llevé mi camioneta a reparar y cuando me dieron la factura, la cuenta era de 666 libras”

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