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    A REAL PAIN: POLOS OPUESTOS CON UN PASADO EN COMÚN

    A veces las historias más sencillas traen una reflexiones más profundas de lo que una simple situación podría generar, rumbo a una carrera de premiaciones, “A Real Pain” viene a competir con una sencillez tan hermosa.

    UN DOLOR REAL cuenta la historia de David (Eisenberg) y Benji (Culkin), dos primos disparejos que se reúnen para hacer un viaje a través de Polonia para honrar a su querida abuela. La aventura da un giro cuando las viejas tensiones de la improbable dupla resurgen en el contexto de su historia familiar.

    Producción:

    Iniciaré con algo muy claro, la cinta es corta, los diálogos son pasajeros, no esperes que alguno se te quede grabado en la memoria o una escena tan épica como para representar toda la cinta.

    El guión es el verdadero fuerte, la trama, las situaciones que van saliendo para nuestros protagonistas, pero eso, quizás, si no fuera por los actores, no veríamos una dupla que se complementan tan perfectamente.

    Sí, la historia también es muy refrita, la pareja dispareja, el extrovertido, popular e irresponsable contra el serio, tímido y exagerado, todo esto ya se ha visto, pero pocas veces tiene este acierto que te hace poner completamente tu atención a la pantalla. Jesse Eisenberg esta entrando en una nueva etapa en su carrera, ya que al hacer imágen como actor, tenía esta idea siempre corroyendo su cabeza.

    Ya ha declarado Jesse que no conocía el trabajo previo de Kieran Culkin, a pesar de haber ya ganado un Emmy y Golden Globe, Kieran fue esta señal divina que le cayó del cielo a Jesse; su interpretación posiblemente no sea eso, sea en realidad su estilo de vida, su forma de ser. Tal vez este papel sea perfecto para él porque es en verdad como actúa (esperemos que no aplique la de Ryan Reynolds).

    Esta cinta es muy tradicional, con locaciones reales, las grabaciones abiertas, si te das cuenta, casi no hay tomas generales o experimentales, se enfocan más en los personajes, sus cuadros de rango, todo está más excluido, para hacerte sentir que siempre estas junto a ellos.

    Grabar en Polonia pocas veces se ha dejado plasmado, a pesar de que muchas cintas son ahí por el tema del holocausto, la verdad es que la mayoría eran en estudios o no se toman planos de la ciudad en general.

    Esta al estar ambientada en esta década como un presente y buscar el pasado del país, no sufre ningún problema de ambientación o escenografía, la cámara y actores solo recorren paisajes impregnando su talento para sumergirte en su tristeza o felicidad.

    A todo esto tenemos que agregar la fórmula de producción, y las cabezas aquí fueron Dave Mcary, Ali Herting, Jesse, Jennifer Semler, Ewa Puszczyńska y nuestra querida Emma Stone, rol donde se avienta a estar detrás de la cámara por primera vez.

    De hecho se cuenta que Kieran quería dejar las grabaciones porque él quiere dedicarse en esta etapa completo a su familia, pero Emma lo convenció de que sólo grabara esta cinta y pudiera tomarse su descanso, ocultándoselo todo a Jesse hasta que finalizaron las grabaciones.

    Las cosas afortunadamente salieron como debían pero aún así, siempre se sintió este fantasma de “¿Y si no hubiera pasado?” El manejo de cámara es bueno pero tampoco arriesgado, sinceramente hay nominaciones que si le quedan como anillo al dedo y otras que cuando vez esta cinta, sabes porque no están dentro como la de Fotografía o apartado visual.

    La Química:

    Ya conocemos a Jesse Eisenberg, le homos visto en The Social network o Zoombiland pero justo, ha intentado marcar carrera en drama y ahora aventarse a dirigir es más chamba, siento que él sigue siendo él, el tímido, con corazón noble, el que pide perdón.

    No cambia mucho de papeles, aunque los géneros sí, este es un drama con toques de comedia, pero justo, su personalidad ya la hemos visto plasmada antes, solo que aquí al ser un road trip de duplas, su complemento y peso cae en Kieran Culkin, el cual no se había mostrado así antes.

    Ambos personajes desesperan, tanto el serio que a cada rato quiere disculparse por su primo, como el irreverente que sabes que caen bien pero también cuando se enoja es la persona más insoportable del mundo.

    Siempre he tenido cuidado de las personas que sonríen todo el tiempo, porque no siempre pueden estar así o no siempre son felices y usan una máscara para esconder algo. De por sí ambas personalidades me parecen insoportables, al verlas combinadas se crea un ambiente de “si, queremos ver que hace Benji para ver como se emputa David”.

    Conforme pasa la cinta, Benji se vuelve más carismático, más odioso, lo comprendes porque es más humano, es sensible e insensible a la vez, así como se interesa en tu familia de áfrica y el porque tuvo que migrar, como el caso de una señora que atraviesa un divorcio; puede ser totalmente brabucón e indecente con su guía de tour o con su mismo primo.

    La historia nos habla de como un reencuentro se transforma en nuestro deshago, tal vez muchos ya nos hemos separado de nuestra familia, hermanos, primos, amigos de la infancia pero los recuerden siguen. Jesse comenta sobre su rol:

    “David está constantemente cuestionándose a sí mismo, constantemente preocupado por el futuro”

    Del Lado de Culkin nos cuenta más de como ve a su personaje:

    “Benji es un espíritu libre y despreocupado, un tipo increíblemente encantador (…) Creo que David manejó bastante bien su bagaje emocional, mientras que Benji realmente no logró hacerlo. Ese bagaje sale de maneras inesperadas a lo largo del viaje”.

    La Historia:

    Ya conociendo y hablando más de estos dos, la historia no tiene una conclusión y tómenla como spoiler, no se te dará un final feliz o un cierre con moraleja, se te hará crear más duda e intriga.

    Creo que lo malo de esta cinta es eso, su clímax no calcula bien donde queda y el cierre es muy ambiguo, te desespera porque sabes que no es una cinta de “continuará”. Pero también quieres saber que pasará con el personaje de Benji, el eje central.

    El primer tema a tocar es la depresión, y vaya que las personas que algunas vez hemos sentido eso, pueden excusarse y tratar de aferrarse a ese confort, pero a pesar de que la frase “hay que salir adelante” suene absurda, si no comprendes el porque, cuando llegue otra situación que te doblegue, no tendrás la fuerza para levantarte.

    Eso es lo que en realidad le pasa a Benji, a veces las personas más alegres son las que más sufren, su intento de suicidio fue lo que hizo que David se reuniera con él de nuevo, cuando él envidiaría su vida.

    David se ha quedado en un estatus de familia tradicional y no está mal, ¿A qué adulto no le gustaría estabilidad familiar y económica? Benji sigue sin un rumbo, las ideas fluyen pero ninguna se concreta, hasta pareciera que es quien se tropieza a propósito.

    No podemos juzgar el como han llevado sus vidas, si es cierto que Benji es miserable por no querer hacer algo, no intentarlo, también David es miserable a su manera; quisiera hacer amigos como lo hace su primo, él quisiera resaltar como Benji, le gustaría que alguien lo visitara o que fuera igual de extrovertido.

    Pero la realidad es que no siempre es como queremos y a pesar de eso, también tenemos nuestras luchas internas. La muerte de la abuela hace que Benji caiga más en su depresión, al perder a la única persona que lo acompañaba en su soledad.

    Quiere aprender de su herencia pero también imponer sus ideas, actúa de forma infantil, te puede caer bien, puede ser empático pero también es radical en sus ideas y se molesta y te quita el balón para que nadie juegue.

    La segunda idea a resaltar es sobre la herencia judía, como hoy casi 80 años después, el holocausto de Polinia sigue vigente para recordarnos las atrocidades del pasado, como la migración hacia EEUU fue fundamental para construcción de ese país, pero aquí yo tengo una opinión diferente.

    Ya que no es mi realidad, por cultura somos más católicos, queriendo arrancar el yugo de la religión que nos oprimió por 200 años, nosotros no fuimos partidarios de los judíos, sin embargo los comprendemos y respetamos junto a otras culturas y religiones.

    Pero al ser una película que quiere retratar el lado malo de las ideologías extremistas, también se siente muy quemado el tema, aunque por puntos extras, es totalmente diferente de lo que han narrado antes.

    No digo que este mal hablar de estos temas, pero en este lado del continente, no se siente impactante, lo ví y lo tomé con la seriedad que se debe, pero para mí es una historia bonita, mi sensibilicé más con el tema de la depresión.

    Actualmente Hollywood y los países “desarrollados” han dejado más que claro que los judíos europeos fueron las víctimas, esta bien, marcado para los libros de historia, pero hoy en 2025, tenemos otras perspectiva, más política.

    Repito, no son nuestras broncas pero nada ajeno nos es indiferente, así como sabemos que la propagando Nazi estuvo mal y el holocausto fue genocidio, la comunidad Judía, para ser más precisos, Israel, está ahora de ese lado de la historia.

    Todos conocemos el caso de Palestina, y fuera de que si el gobierno Israelí lucha contra terrorista, la verdad es que también busca anexar territorio que geográficamente y politica no eran suyos, está bombardeando zonas neutrales y aniquilando gente sólo por su diferencia cultural y religiosa.

    Estuvo mal lo que pasó en Polonia antes de la Segunda Guerra, pero ahora, no podemos excusar lo que en un continente se vivió para justificar que esa misma comunidad judía pueda tener inmunidad, la cinta no se siente como una propagando judia.

    Pero mira las noticias, donde los países del G7 respaldan a Israel, donde Trump quiere terminar con la frontera de gaza a favor de ellos; mi realidad es otra y si no era partidario del holocausto, solo puedo ver esta cinta como el primer punto, una perspectiva a la depresión.

    La cinta no es mala, en su sencillez recae su excelencia, tampoco será algo que quizás todo mundo hable, claro que Kieran se ganará su Oscar por actor de reparto, tal vez guión se lo lleve, será una cinta con uno que otro premio, los verdaderos espectadores que se hayan conmovido la tendrán en su top.

    Pero para mí y muchos, la cinta se enfoca más en la lucha interna contra la depresión, como dar una sonrisa cuando queremos caer en llanto, en la vida que se fue, en la vida que queríamos tener.

    El tema del holocausto se aborda con respeto y un poco más alegre, eso me encantó pero no lloré por que me metieran a un campo de concentración; nuestra situación como continente y país también fue dura, y nosotros también necesitamos reconocimiento, porque Trump no hace una guerra comercial con Israel o los judíos, lo hace con los latinos y en nuestra realidad siempre hemos estado bajo el rifle de los gringos.

    Pero sí, vale la pena verla, aunque su final no sea lo más complaciente del mundo. Te hará reír, te hará reflexionar y sobre todo, te contará una excelente historia.

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