Desde la llegada del director Dan Trachtenberg a la franquicia de Depredador, las cosas se han situado de manera positiva tanto para los fans de esta película de cazadores alienígenas, como también para aquellos que disfrutan de las películas de proporciones épicas y secuencias de acción brutales.
Texto: Alejandro Ávila
Tal parece que Dan ha entendido bien lo que caracteriza en esencia a este producto, y es que desde Depredador: La Presa, el director brindó un espectáculo lleno de adrenalina, tensión y un combate memorable entre la guerrera comanche y el alienígena Yautja.
Con una épica película las esperanzas por la franquicia comenzaron a despertarse entre los
seguidores de la saga pero, lo interesante de ello es que aquellos no tan familiarizados por la película comenzaron a adentrarse en este grotesco y sanguinario mundo de los guerreros Yautja.
Es así que, tres años después del estreno de mencionada entrega, a mediados de este año
Trchtenberg regresó a este despiadado universo con la película animada Depredador: Cazador de asesinos; siendo una cinta de animación con las secuencias de acción más bestiales y sorprendentes que la franquicia haya tenido en toda su trayectoria. En dicha entrega, Dan nos situaba en varias líneas temporales, dándonos tres narrativas que en conjunto construían un coctel de batallas épicas que con un sonido envolvente, formaron una película que hubiera valido la pena verse en cine pues, dicha película solo llegó para la plataforma de Disney Plus.
Es así que, esta racha de cacería perfecta que Dan comenzó desde hace 3 años parece querer retomar rienda pues, el próximo 6 de noviembre llega a las salas de cine Depredador: Tierras Salvajes, cinta que en esta ocasión es protagonizada por la carismática Ellie Fanning en el papel del androide Thia, y por Dimitrus Koloamatangui en la piel del Yautja Dek.
Un espectáculo Salvaje
Lo primero que hay que decir de esta entrega es que, cumple con lo prometido y en pocas
palabras, esta película es una experiencia brutal que sí o sí debe de ser vista en la pantalla más grande posible, mantiene la ferocidad de las dos entregas pasadas y de una forma muy atractiva e interesante expande el universo de la saga de forma inteligente, además de que los personajes del androide Thia y el alienígena Dek son entrañables, al igual que otra especie que se les une en este épico viaje que, en lo personal, es el toque cómico y hasta tierno de toda la cinta.
La historia se centra en la misión de Dek que busca hacerse de su trofeo para así poder recuperar su honor y volver a su hogar. En el camino se encontrará con un androide la cual se unirá a él y ambos buscarán hacerse del preciado trofeo, que sí, es una bestia imposible de matar.

Las mutilaciones no sobran en esta película, están al por mayor y de forma bien ejecutadas, las especies alienígenas son repugnantes y con un diseño bastante ingenioso que, de forma creativa suponen un feroz reto para nuestro protagonista. El mundo también es peligroso y eso aporta para que tengamos más secuencias de acción; en conjunto con estas secuencias, combates y con el hilo narrativo de asesinar a la presa más peligrosa, la película supone ser un espectáculo visceral en toda la extensión de la palabra pero, hay algo interesante en como suceden las cosa, y es que en esta ocasión al mítico y temible personaje del Yautja nos lo ponen como alguien débil, con sentimientos y hasta más humano, al grado en que podríamos empatizar con él.
Este cambio no es malo pero, bien representa un cambio en como se planteo desde su
concepción a este ser desde la primera película. A pesar de ello, este lado más sensible se
construye de buena forma, porque al final se entiende que es un relato que pasa por la ira, el rechazo y el encontrar tu familia en aquellos que te aprecian; al final considero que la película no se ridiculiza porque el hacer este cambio no lo hace de manera cursi y, lo mejor de todo, es que Dan no se olvida de ese hilo visceral que la saga desprende en sus entregas.
Una buena racha de cacería
Es por ello que, Depredador: Tierras Salvajes es otro acierto para Dan Trachtenberg quien de forma arriesgada da un giro en su más reciente entrega pero, no traiciona la furia, la épica de esta saga de cazadores que, se en camina hacía un buen futuro.

El sonido de esta película es otro acierto, pues las mutilaciones, los rugidos, las espadas y demás efectos suenan de una manera despiadada que hace que la adrenalina aumente en cada batalla que sucede en la cinta, siendo el ritmo de la película muy buen cuidado, pues entre las feroces batallas se tienen pequeños descansos que hacen que la película no se sienta como un exceso de peleas.
Por otra parte, y muy importante mencionar, el uso del CGI es quizás lo que puede jugarle en contra a esta entrega, pues todo el tiempo vemos efectos por computadora que si bien, no son de lo peor, tampoco se puede decir que sea de lo mejor, y es que se agradecería que este tipo de películas cuidaran más este apartado al hacerlo, quizás, con efectos prácticos como maquillaje, pues eso haría que los monstruos se sientan más repulsivos y llenos de furia.
Dan Trachtenberg regresa al mundo de Depredador, en una cinta épica y entrañable, con un reparto de personajes que son carismáticos en una aventura salvaje cargada de batallas épicas y de escenas de acción despiadadas que, en todo momento te hacen sentir estar dentro de una tierra salvaje.


